Mientras el gobierno chino expande sus intereses petroleros con Chávez , Lula, Castro, en Nigeria , en aguas turbulentas y propias, mientras que, necesitado y ávido de petróleo, provoca una escalada del precio del crudo con perversos efectos en muchos terceros países, (a la que se suma el gobierno de Bush), mientras que su capacidad de exportación de productos y trabajadores-empresarios a precios sigue muy por debajo de los de los mercados occidentales (mediante una deflactación artificial del yuan), en el ámbito interno, quizás a raíz del conocimiento que en occidente se pudo tener deTiannanmen, crece el malestar sobre la clase de gobierno que les ha tocado vivir a cientos de millones de personas.
La 'cumbre' entre Bush y Jintao no ha sido más que un encuentro de símbolos, dice el WaPo.
El presidente chino Hu Jintao ha vuelto a Pekín con las 21 salvas honorarias y una foto en la Sala Oval. Pero también con la protesta y el oprobio del calificativo de asesino (nó expresamente) pronunciado por una activista-periodista, Weng Yi yan, de 47 años, neoyorkina del Epoch Times, ligado a Falun Gong. Se 'infiltró' en la rueda informativa siendo defensora de Falun Gong.
El caso es que los chinos no vieron la protesta.
Siguiendo al WaPo leemos que Bush, forzado por un rigurosísimo protocolo impuesto por el presidente chino, le respondió con un lunch pero nó con una cena de gala.
En cuanto a lo más importante, el desbloqueo de acciones que afectan a las relaciones internacionales, el presidente estadounidense no consiguió ningún acuerdo sobre la apertura de los mercados mediante un aumento de las importaciones de bienes y servicios producidos en los Estados Unidos, ni sobre los programas nucleares de Irán y Corea del Norte ni sobre las libertades de expresión, reunión y otras conexas.
En privado, dicen fuentes fiables para el redactor, Bush recordó a Jintao la lista de prisioneros políticos que le entregó en septiembre en las Naciones Nnidas para su liberación, así como la de otros seis más; no obstante no mencionó a Falun Gong, de los que cientos de seguidores enarbolaron pancartas a las puertas de la Casa Blanca con lemas como 'Stop a las torturas'.
Jintao insistió en que su gobierno está comprometido con la democracia.
Luego, en una cena ante el exsecretario de estado Henry Kissinger, el presidente chino aseguró que lo que más necesita su país es un entorno internacional pacífico y que su gobierno se ha tomado en serio los derechos humanos.
Sky News ha investigado en los secretos tras el boom ecnómico chino: http://www.sky.com/skynews/home
NOTA NO MUY AL MARGEN: El expresidente chino Jiang Zemin está acusado ante los tribunales españoles de supuesto genocidio contra el pueblo tibetano.
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