Pasaba esta tarde de casualidad por una cuenta de correo de Yahoo y su agregador de noticias había dejado esto:
SURGE IN VIOLENT FEMALES
Unas 240 mujeres son detenidas cada día en Inglaterra y Gales por delitos menores.
Uno diría como una amiga suya le dijo hace poco (e intuyo que ya es archisabido y archicomentado): "ahora las mujeres sólo copiamos lo malo de los hombres".
La información reitera la 'base' de este tipo de noticias, que hombres y chicos siguen siendo quienes, con gran diferencia, cometen más delitos.
Pero muestra un intrigante cambio de tendencia que naturalmente invita a la reflexión y a hacerse muchas preguntas, como ¿estas mujercitas son violentas por ser educadas en la igualdad?;¿estas violentas mujercitas pudieran no serlo si el cariño, unas caricias, incluso el sexo, aplacase la fase de cambios hormonales propias de su edad?;¿estas mujercitas que ahora cometen delitos 'menores' aprenden así el camino para crímenes 'mayores'?
Haz lector también tus preguntas y aplica, si quieres, aquella máxima de la gran jurista española de cuyo nombre no logro acordarme (pido disculpas) que dice: "ODIA EL DELITO Y COMPADECE AL DELINCUENTE" (excepto a La Juana del Chaos).
¿Pudiera extenderse el aforismo, en su apoyo, a la teoría feminista/pacifista/¿¿¿izquierdista???
domingo, 10 de agosto de 2008
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2 comentarios:
Siempre lo he dicho, cuando una mujer sea igual que un hombre, estará perdida. Lo digo sin ánimo de ofender...
Así es. Y las homófobas, -que nó feministas-, tienen serios problemas simplemente con el lenguaje, la visualización de la vida y, en definitiva, el sentido común.
Hay feministas respetables, como la francesa Elisabeth Badinter, que confirman la tésis de la violencia como producto cultural al que históricamente han colaborado muchísimas mujeres, tantas como hombres. Así que provoca carcajadas eso de que 'la mató sólo por ser mujer'. ¿Cuando sucede al revés también es que 'lo mató por ser hombre'?
De todas formas hay a mi juicio otro planteamiento erróneo: el de que el macho por su mayor peso es más violento. En absurdistán demuestran que incluso ese factor no coadyuva a ser más violento.
Y si hablásemos de violencia sicológica las risas se orirían hasta en la tumba de la ridícula Simone de Beauvoir.
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