Señora ministra: La violencia verbal que acaba de descargar con sus palabras la sitúa en el punto de mira de los "no violentos" y surge la natural pregunta de si la ministra de Igualdad ha sido 'agredida' alguna vez.
A la señora ministra le ha gritado algún hombre "¡violadora¡,¡violadora¡" cómo a uno que conozco, a quien, hace ya unos lustros, una 'individua' hasta le puso un cuchillo de cocina en el esternón para acostarse con él mientras vociferaba con el instintivo objetivo de amedrentarle para obligarle a refocilarse con (¡) ella (¡)? Eso es denunciable? Se puede llamar intento de violación? Debiera haber pedido mi amigo indemnización por haber tenido que ir al trabajo pasado el mediodía y ganarse una bronca y nó a las seis como él pretendía pero no pudo hacer ante la violenta insistencia de la 'dama'? En fin...
(Inciso imprescindible: Por supuesto, como es políticamente correcto (permítaseme la ironía), habré de reiterar lo obvio (excepto para la ministra y su red de intereses): que odio la violencia toda, lo cual incluye contra una mujer, contra un niño, contra un anciano, contra un enfermo, contra un desvalido, contra un varón y contra un animal, una planta, una obra ajena ó contra un sueño que aún siendo loco, irracional y puede que incluso ilegal, albergue, sin embargo, buenas intenciones.Por lo tanto no debo amparar, ni de hecho amparo ni chistes sexistas, ni discriminaciones por sexo ni murmullos de machistas).
Dicho con absoluto respeto, sugiero que a esta ministra debieran someterla a algún tipo de análisis y terapia siquiátrica, pues apunta maneras de guardar, aún latente, algún 'desarreglo' de su infancia. Porque, cómo si nó puede concebir esa generalización? Ella solita dá pistas de convivir con cierta homofobia.¡Hace lo mismo, por cierto, que muchas mujeres, sin embargo, detestan¡: ser incluídas en un 'paquete', en un 'montón','despersonalizarlas'. Debe ser, quizá, que presa del ego de estos tiempos del 'porque tú lo vales', surfeando a lomos del mainstream y empujada por la guerra de sexos que la (supuesta) progresía ha difuminado con el aerosol de la propaganda, la ministra 'madre de todas las igualdades' ha hecho de su capa un sayo y lo ha soltado. Que lo incluyan en Educación para la Ciudadanía.
Y no, no se corte, señora ministra. En román paladino, en castellano sincero, sin circunloquios, usted ha dicho a las mujeres que todos los hombres, por ser hombres, somos violentos. Que lo pongan así en los libros de EpC y nó con los términos (neolingua lo llaman también) tan melífluos con que usted se expresa, lo cual sugiere, de paso, cierta deficiencia en su mecanismo lógico-moral. Tiene usted algo de estalinista, una baja consideración de 'los otros' y, por lo que usted misma muestra en sus palabras, una altísima autoestima por razón de sexo. ¡Sí, por razón de sexo, allá usted¡
Usted ha sexualizado con sus yermas palabras la violencia, le ha puesto de rosa ó azul según su conveniencia y lo ha expelido:'Todos los hombres son (potenciales o perpetuos?) asesinos' de desvalidas víctimas femeninas ungidas del divino don de la bondad eterna. Ellas no insultan, no engañan, por supuesto nunca mienten. Sólo agrede, hiere y mata ese tipo con barba cualquiera de esa casi mitad de la población, ese hombre anónimo que también ha de luchar todos los días, ése tipo que, -quizá usted no lo sepa-, ha sido educado a palos y no es precisamente maltratador de nadie. Ese es el "criminal" al que usted le ha puesto la marca de 'poco menos que presunto asesino'. Usted, como es tan inteligente, sabrá su tendencia sexual y si nó le echa ' a los perros' de su entorno para que lo averiguen, ¡todo sea por la igualdad¡.
Por cierto, señora ministra, permítame preguntarle si incluye también en su categoría a l@s homosexuales, ya que está usted tan centrada en la vertiente sexual de las personas.
Para usted, el único asesino es ese hombre, cualquier hombre que tras haberle gritado ella sin motivo alguno hijo de .... él le ha recriminado, -a voces, puede que sí-, que él aún le está hablando con respeto y que no le insulte; pero ella sigue. Ese es el hombre asesino de la ministra: el hombre amedrentado, el varón castrado, un ser disminuído, acomplejado después de haber nacido, -maldita su suerte-, en el lado oscuro. Todos los hombres son violentos (vale,potencialmente), 'luego' -ha debido de reflexionar la señora ministra-, 'hay que incriminarlos, reducirles la autoestima al máximo y así todas las votantes estarán satisfechas.¡Guerra al hombre¡'.
(Por su puesto llegado a este punto necesito otro inciso más:por desgracia para muchas mujeres y muchas personas que las quieren y por vergüenza para muchos más varones de los que usted se pueda pensar, es muy difícil poder negar la realidad de que con diferencia hay más hombres asesinos que mujeres (ó al menos esa es mi percepción, en general a través de los medios, sobre todo la red)).
Hay alguna otra visión más:
Si a la ministra le hubiesen zurrado la mitad que a este blogger (y a otros muchos 'hombres' (término que merece un subparéntesis y un comentario aparte) que sobrepasamos los cuarenta), no se hubiese levantado de la cama durante muchos días. Dudo que la ministra hubiese podido adaptarse, ni que hubiese tenido que pasar por castigos injustos y pesadillas, lo dudo siempre y cuando hubiese actuado como es propio de la bonhomía: con grandeza de miras, sin rencor, centrado sólo en lo bueno...Sin embargo, usted, señora ministra, se ha expresado con violencia verbal hacía mí por haber nacido,-¡hay que joderse¡-, con cola. Da usted miedo y sugiere montones de apodos, créaselos, de buen tono, de buen humor y no como sus ponzoñosas palabras.
¿Sabe usted que el sexo es una condición,-repito-, condición del ser humano?¿Debo de demonizarla a usted de ser 'heredera de Eva', hembra que puso la espita (siempre a distancia, "primero yo y luego yo", ya se sabe) para que explosionara la 'caja del mal' y las 'desgracias'?(¿Aunque cabe preguntarse si alguien puede dar crédito a esa y a la historieta que se ha montado la 'ministra de las mujeres' (dígalo claro ya que usted misma se ha decantado).
Por cierto, póngase en lugar de la mitad de la población de nuevo y pregúntese si a partir de que le han llamado potencial asesino estaría con ánimo como para ayudar a quienes, personas de santas intenciones como usted, han moldeado ó pretende moldear a cada mujer como enemigo y verdugo del hombre.
..."En su primera comparecencia en la Comisión de Igualdad, la ministra destacó que "erradicar esta lacra exige ir al origen y a la causa que la provoca, y eso significa actuar sobre quienes la originan".
4 comentarios:
Estimado Juan Carlos, nuestra batalla es de "largo alcance"... formar personas con criterio. Lo coyuntural es la política. Que es el resultado del "criterio actual de la mayoría". Y eso es lo que hay. Se puede predicar, se puede denunciar... pero si no se toca el corazón y la cabeza de la gente, de la mayoría de la gente, tendremos ministras de "igualdad" para rato.
Saludos. frid
Frid, esa visión, además de ser de sentido común es reconfortante. Nunca entendí lo de la igualdad (mas allá de la de derechos y obligaciones) sino como un método para manipular personas. Sí,tendremos que aguantar a muchos ministr@s de igualdad y sus negativas consecuencias para el libre albedrío.
Saludos.
Habría que llamar, pues, a este ministerio, el ministerio de la desigualdad. ¡Hasta quiere cambiar las palabras según se le antojan!
Así llevan tiempo: cuando los gobernantes de ahora envían soldados los envían a 'misiones de paz' mientras que antes, según ellos, sólo iban a la guerra.
La palabra 'crísis' tampoco les ha gustado, ni tampoco les gusta 'recesión'. En realidad no me extraña, pues están huérfanos de ideología y se agarran a cualquier clavo ardiendo. Hay 'asuntos', como el de la insistencia en querer verse con Bush después de haberle llamado aseisno, etc..., que son espejo de su alma.
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